Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.
ANEURISMAS DE AORTA Y PERIFÉRICOS
Descripción
¿QUÉ ES un aneurisma?
Un aneurisma es una dilatación excesiva, permanente y patológica de un vaso sanguíneo, habitualmente una arteria.
Los aneurismas más frecuentes ocurren en la arteria aorta, en su trayecto abdominal (hasta el 4% de las personas de más de 60 años pueden tener uno) pero pueden existir en cualquier arteria del organismo, en arterias periféricas, siendo particularmente frecuentes en las arterias poplíteas como segunda localización más frecuente. Con estudios adecuados los podemos encontrar también en otras como arterias esplénicas, renales, mesentéricas, etc.
¿QUÉ síntomas produce un aneurisma?
Lo habitual es que cursen de un modo asintomático y crezcan lentamente con el paso de los años. Dependiendo de las localizaciones anatómicas pueden producir síntomas compresivos y también pueden complicarse en su crecimiento con embolización distal, trombosis e isquemia de extremidades o vísceras y por supuesto, la fatal rotura aneurismática.
¿Cuándo y cómo tratamos un aneurisma?
Cuando no se intervienen quirúrgicamente, a partir de cierto diámetro (variable dependiendo de la localización del aneurisma) existe un considerable riesgo de rotura y ello supone una alta tasa de complicaciones y mortalidad.
El tratamiento de los aneurismas es quirúrgico abierto o endovascular. En cada caso el especialista en Angiología y Cirugía Vascular ofrecerá el tratamiento más adecuado según las características del aneurisma y del propio paciente. Existen dos formas de tratar quirúrgicamente los aneurismas aórticos. La técnica quirúrgica abierta y la técnica quirúrgica endovascular.
En el primer caso, se implanta la prótesis mediante un abordaje quirúrgico abierto (el abdomen, en caso de aneurismas de aorta abdominal) y se sutura por ambos extremos a la arteria aorta o iliacas o femorales, en zonas sin aneurisma, permitiendo así el flujo sanguíneo y excluyendo el aneurisma.
En el segundo caso, mediante abordaje habitualmente por punción de ambas arterias femorales, implantamos la prótesis (denominada ahora endoprótesis -ya que va por vía endovascular). La endoprótesis entra plegada sobre sí, en un pequeño catéter y mediante este cateterismo se sitúa en el lugar adecuado, se despliega y se ancla por dentro del aneurisma, excluyendo así esa gran dilatación de la circulación, evitando así su ruptura.
Ambas técnicas tienen indicaciones y contraindicaciones. Por ello el especialista en Angiología y Cirugía Vascular valora los riesgos y beneficios personalizados en cada caso según las características del aneurisma y del propio paciente, para ofrecerle lo más adecuado en cada caso.